Ser docente, es tener la oportunidad de contribuir al cambio en la sociedad

Fomentar la creatividad y la imaginación, forjar el carácter y proporcionarles herramientas para desenvolverse en la vida y tomar sus propias decisiones. Educar es la mejor herramienta de transformación social. Ser docente, es tener la oportunidad de contribuir al cambio en la sociedad.

Hace algunos días, para ser exactos el 5 de Octubre, fue el día Mundial del docente, regularmente en cada país se le pondera según el día  estipulado para su celebración. Actualmente estamos viviendo un problema de salud mundial, ante el cual los docentes  sacamos la casta para liderar en plena crisis una tarea tan importante en la formación de cada alumno.

Por supuesto que todos los días es un buen momento para reconocer, rendir homenaje y sobre todo valorar la labor de los maestros y maestras en todo el mundo en una época de crisis e incertidumbre, donde desempeñan una labor fundamental para que nadie se quede rezagado.

El COVID-19 nos ha llevado a  enfrentar nuevos retos en la educación, mismos que los docentes estamos afrontando con profesionalismo cada desafío, con el objetivo de llevar la educación a cualquier rincón del planeta.

Viene a mi mente  Sor Juan Inés de la Cruz, María de Maeztu Whitney, María Montessori, Helen Adams Keller, Malala Yousafzai, Ruth Joan Bader Ginsburg, por mencionar solo algunas de las muchas mujeres que no solo fueron pedagogas, sino que lucharon por que más mujeres fueran parte no solo de las aulas para recibir educación, sino para sembrar conocimiento, como hoy en día es mi caso y el de muchas mujeres en el mundo y poder alcanzar la tan anhelada igualdad.

Sin olvidar  a Jan Ámos Komenský, también conocido como John Amos Comenius. Contemporáneo de personajes como Galileo Galilei, René Descartes, Rembrandt y Milton, Komenský fue otra pieza clave dentro de la revolucionaria Ilustración. Su Didáctica Magna es considerada una obra canónica dentro del campo de la pedagogía, y una de las que le ganan el título de padre de la educación moderna. En esta obra él aboga por la necesidad de todo hombre y también toda mujer (lo cual era francamente revolucionario en esa época) de recibir una educación formal básica, más allá de sus posibilidades económicas o sus capacidades intelectuales. Distinguía los entornos educativos según las etapas del desarrollo del niño (el hogar, la escuela, la academia) y abogaba por una enseñanza que aunara las metodologías más adecuadas para impartir las ciencias, las artes, las lenguas y sin obviar jamás el objetivo principal, que era el desarrollo de una personalidad piadosa, cultivada en valores e integrada en su comunidad.

Afirmaba que esta educación universal y básica para el ser humano debía emprenderse en la infancia, comparando el proceso, en una bonita metáfora, con el riego, injerto y poda de los árboles frutales jóvenes por parte de los jardineros más experimentados para que estos puedan así ir más allá del estado natural pero salvaje del árbol y llegar a producir los mejores frutos. Komenský aseveraba que la educación es un arte y deber sagrado e ineludibles en toda vida humana y además uno de los más sólidos consuelos y apoyos ante la incerteza de la vida presente; incerteza que él vivió en muchas ocasiones en los acontecimientos de su propia vida.

Muy atinadamente la Unesco y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), eligieron esta fecha para rendir homenaje a una de las profesiones más valiosas dentro de cualquier sociedad. A esas personas que tienen el deber y la pasión de formar a las generaciones futuras y así garantizar el desarrollo de los países. La labor del docente ha ido ganando importancia. Tanto es así, que entre los objetivos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, la educación juega un papel fundamental y por ende se proyecta que, en el futuro, hará falta mayor cantidad de profesionales en esta disciplina.

En el 2019 uno de los objetivos principales de la Unesco es incentivar a la población joven del mundo a querer tener como profesión la docencia y así sumar esfuerzos para crear un mundo mucho más sostenible.

Cada año en esta fecha se realiza un análisis de la situación educativa a lo largo y ancho del planeta, se hace un balance de los logros y se abordan algunos puntos que son fundamentales a la hora de atraer y conservar las mentes más brillantes del sector educativo, así como el interés de generaciones de relevo.

Ser docente es una pasión indescriptible. Si tienes algún maestro o maestra que recuerdas con afecto, no pierdas la oportunidad de hacerle saber cuán importante es su labor, ya que es líquido vital para que él o ella, siga regando tan bello jardín del conocimiento.

Sembrar conocimiento es una de las acciones más maravillosas de las que me siento orgullosa, y segura estoy que en un futuro abrirá paso a quienes hoy son semilla. Germinará, y ese fruto se verá reflejado en el actuar de cada alumno en cualquier parte del mundo.  Iliana Zenith Garcia Dueñas