La biblioteca es la más democrática de las instituciones.

El 24 de Octubre no únicamente se celebró el 75 aniversario de la mayor organización internacional existente que se creó para mantener la paz y seguridad internacionales, fomentar relaciones de amistad entre las naciones. También se celebró el Día Internacional de la Biblioteca como homenaje y reconocimiento a los edificios y a la labor que desempeñan los bibliotecarios.

La primera vez que visite una biblioteca fue a la edad de 9 años, aunque se trataba de una pequeña biblioteca infantil ubicada  en las instalaciones del parque Revolución, en la ciudad de Culiacán Sinaloa México, me parecía un palacio inmenso del conocimiento. Mi pasión por la lectura viene desde muy pequeña, en realidad es un hábito de familia, mi abuela gustaba de leer, al igual que mis tíos. Mi maestro de tercer año de primaria Juan Manuel Castañeda Hernández, diariamente nos ponía a leer contra reloj durante 5 minutos y lunes con lunes visitábamos la biblioteca Gilberto Owen. El plantel se encontraba muy cerca por lo que caminábamos para llegar, en el trayecto hacía mi mapa mental de que área visitaría, no tienen idea la sensación maravillosa que me provocaba visitar uno de mis lugares favoritos, llegar y respirar el aroma a libro, elegir el de nuestra preferencia, y llenarnos de saber, era un éxtasis. La bibliotecaria era una señorita muy joven, educada y solemne, y con un amplio dominio de lo que hacía.  Jamás voy a olvidar lo que mi maestro tanto nos repetía, “siempre antes de responder debemos escuchar cada palabra y pensar para decir lo correcto, la lectura da ese poder, una mente educada es poderosa”.  Como no amar la biblioteca sin en esa época no teníamos acceso a la información que tenemos hoy a través de la tecnología.

La  iniciativa de la celebración surge con el fin de concienciar a nuestra sociedad de la importancia de la lectura, especialmente entre los niños y jóvenes y para agradecer y potenciar la extraordinaria labor de los bibliotecarios y bibliotecarias.

La historia de la celebración de éste día conmemora la destrucción de la Biblioteca de Sarajevo, incendiada en 1992 durante el conflicto de los Balcanes. El músico bosnioherzegovino, Vedran Smailović, en 1992 tocó su violonchelo entre los escombros de la biblioteca de Sarajevo, como un acto de resistencia pacífica y un llamado de atención para el mundo, que ponía sus ojos en la tragedia que vivía esta ciudad.

El edificio que ocupaba la Biblioteca Nacional -antigua sede del gobierno local- se había terminado de construir en 1894, con una arquitectura que incorporaba elementos de tradición árabe y oriental. La ciudad se había integrado al Imperio Austro-Húngaro y el dominio del Imperio Otomano (turco) había quedado atrás.

En la primera mitad de los años noventa, durante la Guerra de Bosnia, edificios como este, que demostraban “estilos orientalizantes”, se convirtieron en el blanco de nacionalistas radicales, quienes los consideraban como “impurezas” inaceptables, dentro de su afán de regresar a la ‘Gran Serbia’ del pasado.

“El incendio de 1992 destruyó centenares de miles de libros y numerosos incunables. Varios miles de volúmenes pudieron ser salvados en los primeros momentos del incendio, cuando los empleados de la biblioteca, arriesgando sus vidas, comenzaron a arrojar libros y documentos por las ventanas”.

Por fortuna, la Biblioteca está de nuevo en pie, se reconstruyó y fue reinaugurada en 2014, gracias a los aportes de la Unión Europea y el gobierno de Qatar.

Aquellas  ciudades que poseen éstos edificios sagrados y poderosos en conocimiento son privilegiadas, y aquellos que tiene el privilegio de gozar de ese espacio y los libros, lo son aún más.

Las bibliotecas son una realidad consolidada a lo largo de más de cuatro mil años de historia, que discurre paralela a la de la escritura y el libro. Su evolución y desarrollo es por demás interesante a través de la antigüedad, edad media, edad moderna y edad contemporánea.

Existen historias reales como la expuesta. Personas que por la pasión por la lectura y poseer un libro eran capaces de dar su vida, sobre todo en aquellas épocas que por cuestiones políticas no tenían acceso a los libros,  y en algunos países no estaba permitido que las mujeres se ilustraran. Tal es el caso de la historia narrada en la película la ladrona de libros, la sociedad literaria del pastel de cascara de papa de Guernsey, entre otras historias verídicas.

Reivindicar el papel de una  institución cultural básica e imprescindible, centro de proximidad a la ciudadanía y de espacio de socialización y de intercambio de ideas, que busca facilitar el acceso a la información y al conocimiento a todos y todas sin exclusiones. Un espacio público del conocimiento, libre y gratuito, que se hace aún más necesario dentro del nuevo entorno digital porque busca reducir la brecha del analfabetismo.

La intención de resaltar “la importancia de la biblioteca como lugar de encuentro de los lectores de todas las edades con la cultura, y como un instrumento de mejora de la formación y la convivencia humana”.

A pesar del problema de salud mundial que estamos viviendo, hay que ponderar el valor y la capacidad que han demostrado las bibliotecas, independientemente de su tipología o titularidad, para continuar ofreciendo sus servicios en circunstancias tan complejas como las derivadas de la crisis sanitaria del COVID19. Además de reconocer el gran esfuerzo realizado por los bibliotecarios y personal en general para adaptarse a las nuevas necesidades de los usuarios y continuar desarrollando su trabajo, incluso desde sus casas.

Por ello nuestro reconocimiento y agradecimiento a todos y cada uno de los bibliotecarios, de nuestra ciudad, estado, país y del mundo. Y por supuesto al personal en general que se encargan de mantener vigentes estos recintos preciados para la humanidad.

En ésta ocasión hago una deferencia muy especial a la Lic. en Ciencias de la Comunicación Flor Oneida Loera Acosta, de cariño Florecita,  encargada de la biblioteca  “Benito Juárez” del H Congreso del Estado de Sinaloa, una Biblioteca especializada en temas parlamentarios, que cuenta con un acervo de más de  7,000 títulos, con 10 mil volúmenes. El área de consulta comprende: Derecho, Obras Generales Reglamentos, Ciencia Política, Ciencias Sociales, Historia de Sinaloa y de México, Literatura Educación, e INEGI, además de información en revistas y discos compactos. Cuenta  con internet gratuito en sus equipos de cómputo y se presta el servicio de impresión totalmente gratuito. Biblioteca que tengo el privilegio de visitar y que durante mi estancia laboral en el palacio legislativo visitaba recurrentemente.

Después de aquella terrible inundación no solo fui parte sino testigo, de como uno a uno se rescataron muchos libros. Así es como pude constatar que Florecita, ama su trabajo y lo demuestra en cada acto que realiza.

Tal es la experiencia en la visita realizada a la Biblioteca en el año 2018, donde mis alumnos de secundaria de primer y segundo grado de la materia Historia Universal, tuvieron la oportunidad de conocer y explorar las instalaciones, arropados y guiados por Florecita quien domina perfectamente sus funciones, 18 años la avalan y su actitud tan afable. Durante la visita guiada, se realizó un recorrido por las instalaciones y se les hablo acerca del funcionamiento del Poder legislativo, teniendo la oportunidad de charlar con los diputados y presenciar el desarrollo de la sesión pública. Se les dio la  bienvenida por la Presidencia de la Mesa Directiva, en agradecimiento por su presencia. Ante tanta emoción no solo por descubrir lo que realizan los legisladores, sino como ciudadanos sujetos de derechos se dieron la oportunidad de unirse a la causa en defensa de los Derechos de los Animales, lo cual me hizo sentir muy orgullosa, una experiencia inolvidable.

“Amo tanto mi trabajo, siento que está en mis dones, en mis talentos servir a la gente, contribuir a cada persona que nos visita, conocer sus necesidades, que adquieran el conocimiento que requieren, que se lleven la mejor impresión del H. Congreso del Estado, ya que como funcionarios es nuestra responsabilidad dar lo mejor de nosotros a los ciudadanos”. (Flor Oneida Loera Acosta)

Si tienes una biblioteca en tu ciudad visítala.

“La biblioteca es la más democrática de las instituciones, porque nadie en absoluto puede decirnos que leer, cuando y como”. (Doris Lessing)