CONQUISTEMOS LA IGUALDAD
La libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen como base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana.
En ocasiones el desconocimiento nos hace presa vulnerable, del menosprecio de los Derechos Humanos, y nos preguntamos cual es la aspiración más elevada de la humanidad? Elevar los Derechos fundamentales de la humanidad, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres, promover el progreso social, elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad, en vivir la tan anhelada IGUALDAD.
La igualdad es un concepto moral y como tal, racional, histórico y social. El principio de igualdad se rompe suprimiendo los términos que lo regulan, eliminando las disposiciones necesarias para su correcta aplicación. De ahí pues que la justicia sea, como decía Platón “dar a cada uno lo que le corresponde”.
Para hablar de igualdad y estar en posibilidad de exigirla, es porque se vive la desigualdad en muchas partes del mundo. Desde tiempos antiguos la vida, cualquiera que ella sea, tiene dos partes: trabajo y reposo, guerra y paz. De los actos humanos, unos hacen relación a lo necesario, a lo útil; otros únicamente a lo bello. Una distinción del todo semejante debe encontrarse necesariamente bajo estos diversos conceptos en las partes del alma y en sus actos: la guerra no se hace sino con la mira de la paz; el trabajo no se realiza sino pensando en el reposo; y no se busca lo necesario y lo útil sino en vista de lo bello. En todo esto el hombre de Estado debe arreglar sus leyes en vista de las dos partes del alma y de sus actos, pero sobre todo teniendo en cuenta el fin más elevado a que ambas puedan aspirar. Compartiendo el sentimiento que arrastra a los hombres en general a la conquista en vista de los beneficios de la victoria.
Victoria es lo que buscamos mujeres y niñas en tiempos actuales, una lucha interminable, vamos poco a poco construyendo victoria tras victoria, unidas protegiendo los logros de nuestras antecesoras. Bien lo decía Josep Fontana “Si para alguna cosa sirve la historia es para hacernos conscientes que ningún avance social se consigue sin lucha”. Por tanto no debemos desconocer y olvidar a quienes iniciaron esta lucha.
Los escenarios son diversos en la lucha por la IGUALDAD DE GÉNERO, las mujeres y niñas, no debemos esperar una fecha especial para reactivar nuestra lucha, ésta es día tras día, incansable, constante, desde cualquier trinchera alzamos la voz, sin bajar la guardia.
Donde hay una oportunidad celebramos importantes logros sociales impulsados por y para las mujeres, luchamos por que se reconozca la legitimidad de nuestras demandas, redoblamos esfuerzos para construir una sociedad más igualitaria, pacífica y justa.
Hoy como cualquier día es un buen momento para reflexionar sobre los esfuerzos para promover y garantizar la igualdad entre los géneros, con el objetivo de trazar una directriz que nos permita alcanzar la plena igualdad de género.
Durante la próxima década se trabajará en la ruta de acción global que quedó plasmada en la Agenda 2030 para el Desarrollo sostenible, negociación en la que participaron todos los Estados miembros de la ONU, con el objetivo de lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y niñas. Fundamentalmente dar consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y poner fin a la pobreza, combatir todas las desigualdades, promover el bienestar de todas y todos y asegurar un planeta más sano.
En la actualidad, ningún país puede jactarse de haber alcanzado la igualdad de género. Aún las mujeres y niñas se nos siguen infravalorando; trabajamos más, ganamos menos y tenemos menos oportunidades.
Una de las pioneras en el tema de la Igualdad de Género Simone de Beauvoir en su libro “el segundo sexo” recorre distintos campos con sus respectivas tesis sobre por qué la mujer siempre ha sido considerada un ser inferior o, al menos, dependiente del hombre. Relata las distintas etapas de la vida de la mujer (la infancia, la juventud, la madurez y la vejez). El punto de partida es la consideración de la mujer como otro absoluto, y lo que se rebate es el esencialismo presupuesto en esta división de contrarios (hombre y mujer) que jamás se reconocen el uno en el otro, que nunca mudan sus papeles: el hombre es el eterno sujeto y la mujer el eterno objeto, sometido y cautivo, condenado a la inmanencia de su condición.
A la mujer la determina, en primer lugar, la biología. Según el existencialismo, que es donde se sitúa Beauvoir, las personas somos seres arrojados a la existencia que solo conquistamos nuestra entidad, esto es, que solo nos trascendemos, si somos capaces de ir más allá de nuestros condicionamientos biológicos y sociales afirmando nuestra libertad a través de los proyectos que decidimos acometer, en un flujo continuo donde superamos lo que somos. Trascendencia se opone a inmanencia, y es el espacio en donde el ser humano justifica su existencia, la dota de sentido, la honra, a diferencia de la degradación que tiene lugar cuando no trasciende, cuando se queda en lo que simplemente le es dado, ya sea por voluntad propia o porque las circunstancias lo imposibilitan. Esto último da lugar a la frustración y a la opresión. A la mujer se la ha impedido, el varón siempre conserva algún privilegio, aunque sea irrisorio.
De tal manera que como puede leerse nuestro género no debe desistir, no debemos perder un solo minuto. El momento para la igualdad es ahora y nos conmina a todas y a todos a emprender acción. Sumar esfuerzos para erradicar la violencia contra las mujeres y las niñas, una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas, devastadoras e inmorales en el mundo.
Estamos frente a diversas causas de la desigualdad y la discriminación de género. Aunado a ello, la intersección de otros factores de desigualdad como la pobreza, el origen étnico, la discapacidad, el estatus migratorio, entre otros, pueden aumentar su vulnerabilidad de mujeres y niñas y las condicionan a enfrentar barreras adicionales para acceder a la justicia y a servicios de protección y apoyo.
Está en nuestras manos y conciencia ésta ser la última generación que viva la desigualdad de género. Hoy, las voces de las mujeres en las calles, en los centros de trabajo, en las instituciones públicas, en las redes sociales, en todos los ámbitos, resuenan con fuerza y se identifican con los más altos ideales de los Estados miembros de Naciones Unidas: lograr transformar nuestras sociedades en unas más igualitarias, pacíficas, justas y sostenibles.
Unidas podemos lograr ser el siglo de la igualdad de las mujeres. La derogación de leyes que discriminan a las mujeres y las niñas, una creciente protección contra la violencia, cerrar la brecha en la educación y tecnología digital de las niñas, y terminar con la brecha salarial de género son sólo algunas de las acciones que debemos emprender.
Reza la Declaración de los Derechos Universales:
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
Entre dos individuos la armonía nunca viene dada, sino que debe conquistarse indefinidamente. (Simone de Beauvoir)

Abogada de profesión, apasionada de la política, maestra de Historia Universal, catedrática de la Universidad Autónoma de Durango, ha fungido como funcionaria pública en los tres niveles de Gobierno Municipal, Estatal y Federal, así mismo se ha destacado en la iniciativa privada, se ha unido a causas en pro de la Violencia contra la mujeres y niñas para transitar en un camino de igualdad, socia de EMPREMMEXI, asociación de mujeres empresarias y emprendedoras en pro del empoderamiento de la mujer, sus pasatiempos favoritos son la lectura, escribir, disfrutar en familia y amigos, ama la naturaleza.
licilianazenith@hotmail.com