LA DEMOCRACIA SE CONSTRUYE DIA A DIA.

Algunos, tenemos esa idea equivocada de que hablar o ejercer la democracia es durante un periodo de elecciones, y no, la democracia no concluye con una elección, requiere de una participación permanente.

“Digo que opinar es hablar, y la opinión un discurso explícitamente hablado.”

PLATÓN.

Hablemos de su evolución histórica, las primeras formas de democracia conocidas, con antecedentes en prácticas comunales, el pueblo era una entidad muy diferente al actual, no era ni mucho menos el conjunto de la población como la entendemos hoy día, sino el conjunto de ciudadanos del que quedaban excluidos los esclavos, los extranjeros residentes y aquellos que no tenían padres atenienses.

La práctica democrática se materializaba en la reunión periódica de la asamblea general de ciudadanos que adoptaba las medidas más importantes y elegía a los magistrados encargados de llevarlas a cabo y de adoptar decisiones; pero la democracia no solo eran prácticas e instituciones sino que gran parte de su éxito radico en el espíritu que presidía su funcionamiento. Fue bajo el gobierno de Pericles (V a. C) cuando se produjo la culminación democrática ateniense, en ese periodo no sólo se aplicaron hasta el límite las prácticas y virtudes democráticas, sino que se sentaron las bases del pensamiento político y del estado de derecho, Platón en su obra La República fundamento las bases del estudio político; dividió las formas de gobierno en cinco grupos: aristocracia, timocracia, oligarquía, democracia y tiranía. Aristóteles aporto a la historia la clásica división de las tres formas de gobierno: monarquía, aristocracia y política (gobierno de la mayoría cuya forma radical es la democracia), pero además de evidenciar la convivencia del poder político, señalo la necesidad de que éste estuviera sometido a las leyes, fundamentando por primera vez la teoría del estado de derecho, base esencial y pilar del sistema democrático a lo largo de la historia.

Durante los siglos XVI y XVIII la evolución del pensamiento político fue progresivamente sumando argumentos en favor de la idea de democracia. Desde mediados del siglo XVII y sobre todo durante el siglo XVIII se sucedieron nuevas formulaciones filosóficas, que incidieron en el sistema político.

La democracia va más allá de la perspectiva electoral, se entiende como un sistema que promueve y permite el respeto irrestricto de los derechos y libertades de las personas, la creación de oportunidades iguales para todos, la vigencia del Estado de derecho, la formación de valores de igualdad, tolerancia y respeto.

Es sumamente importante que comprendamos que la democracia es el “Gobierno del pueblo” que entendamos que las decisiones mal tomadas nos afectan a todos.

En el contexto de América Latina, es de celebrarse la existencia de gobiernos elegidos por voto popular y los avances de representación y participación en la esfera política de las últimas décadas. Aún y cuando seguimos enfrentando   el desafío de que la política debe  someter a debate y decisión colectiva todas las materias que afectan el destino colectivo, lo cual implica más diversidad de opciones y más poder al Estado para que pueda cumplir los mandatos ciudadanos.

La democracia como un régimen político en América Latina, nos permite identificar las desigualdades y la pobreza como sus principales deficiencias.

18 países de América Latina cumplen con los requisitos fundamentales del régimen democrático; las latinoamericanas y los latinoamericanos consolidan sus derechos políticos, se enfrentan a altos niveles de pobreza y a la desigualdad más alta del mundo. Así, se identifica que existen fuertes tensiones entre la expansión de la democracia y la economía, la búsqueda de la equidad y la superación de la pobreza.

Actualmente Existe un estudio realizado por PNUD, que emite un informe en el cual valora los principales avances de la democracia como régimen político en América Latina, e identifica a la desigualdad y la pobreza como sus principales deficiencias. Realiza un planteamiento y hace ver  la urgencia de una política generadora de poder democrático, cuyo objetivo sea la ciudadanía integral.

¿Qué entendemos por “ciudadanía integral”?  Hablar de ciudadanía integral es considerar que el ciudadano de hoy debe acceder armoniosamente a sus derechos cívicos, sociales, económicos y culturales, y que todos ellos conforman un conjunto indivisible y articulado.

En dicho estudio se pondera los elementos importantes para el análisis, las marcadas diferencias entre los países de la región, pero también plantea que en materia de democracia hay problemas regionales comunes y diversidad nacional en las respuestas.

De ahí pues la importancia de que comprendamos que la democracia: Supone una idea del ser humano y de la construcción de la ciudadanía; es una forma de organización del poder que implica la existencia y buen funcionamiento del Estado; implica una ciudadanía integral, esto es, el pleno reconocimiento de la ciudadanía política, la ciudadanía civil y la ciudadanía social; es una experiencia histórica particular en  la región, que debe ser entendida y evaluada en su especificidad; tiene en el régimen electoral un elemento fundamental, pero no se reduce a las elecciones.

“La democracia no es el silencio, es la claridad con que se exponen los problemas y la existencia de medios para resolverlos” (Enrique Múgica Herzog , Político español).

“Sociedad y gobierno juntos “ Iliana Zenith Garcia Dueñas.