CONMEMORAR, CIMBRAR AL MUNDO, DEUDA HISTORICA, 8 DE MARZO DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER.

No solo conmemoraremos, haremos cimbrar el mundo, que el color morado nos una en una sola voz. Hagamos saber que seguiremos defendiendo lo que por derecho nos corresponde. Ponderemos la lucha y logro de aquellas que ya no están aquí para ejercer los derechos de los que hoy gozamos.

Década tras décadas sin detenernos, dejar de hacerlo no es una opción. ¡Jamás!

Celebremos los enormes esfuerzos que realizan mujeres y niñas en todo el mundo para forjar un futuro más igualitario y recuperarse de la pandemia de la Covid-19.

Continuemos reforzando la emblemática campaña Generación Igualdad, que exige el derecho de las mujeres a la toma de decisiones en todas las esferas de la vida, la igual remuneración, la distribución equitativa de los cuidados y el trabajo doméstico no remunerados, el fin de todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas y  servicios de atención de salud que den respuesta a sus necesidades.

A raíz del problema de salud mundial que vivimos (Covid-19), han surgido nuevos desafíos que se suman a los de carácter social y sistémico que persistían antes y que frenan la participación y el liderazgo de las mujeres. En todo el mundo, las mujeres se enfrentan a un aumento de la violencia doméstica, a tareas de cuidados no remunerados, al desempleo y a la pobreza. Pese a que las mujeres constituyen la mayoría del personal de primera línea, existe una representación desproporcionada e inadecuada de mujeres en los espacios de política nacionales y mundiales relacionados con la Covid-19.

Es momento de defender los derechos de las mujeres y aprovechar plenamente el potencial de su liderazgo en la preparación y respuesta ante una pandemia, se deben integrar las perspectivas de las mujeres y las niñas en toda su diversidad en la formulación y aplicación de políticas y programas en todas las esferas y en todas las etapas de la respuesta y la recuperación ante una pandemia.

Sigamos promoviendo la igualdad y la justicia entre mujeres y hombres, entre mujeres y, entre todos los pueblos. Construyendo y fortaleciendo un amplio proceso de educación popular donde todas las mujeres puedan analizar por sí mismas y para ellas mismas, las causas de su opresión, de su discriminación y las posibles alternativas. Pongamos en práctica las reivindicaciones y las alternativas comunes a los movimientos de las mujeres del mundo, a escala local, nacional, regional e internacional, en torno a los temas de pobreza y de violencia hacia las mujeres. Si es necesario ejercer presiones políticas sobre los gobiernos y las instituciones políticas multilaterales, para que realicen los cambios necesarios para mejorar las condiciones y la calidad de vida de las mujeres del mundo, incluyendo una política de desarme y de resolución pacífica de conflictos, el fin de todas las impunidades y de la corrupción, el uso de la violación como arma de guerra, las ocupaciones y la presencia militar extranjera al igual que la imposición de bloqueos político-económicos.

Rechazar y denunciar las instituciones internacionales financieras, económicas y militares, que empobrecen y marginan a las mujeres, e incrementan la violencia hacia ellas, y trabajar con propuestas institucionales alternativas. Llevemos a la población en general, los otros sectores de la sociedad y a los movimientos sociales a apoyar y realizar los cambios que sean necesarios para mejorar, la posición, las condiciones y la calidad de vida de las mujeres del mundo entero.

Elaborar e instrumentar acciones y propuestas feministas con miras a denunciar las corporaciones, instituciones económicas y financieras y gobiernos que propician la explotación y la degradación de nuestros recursos, los cambios climáticos y la pérdida de nuestra biodiversidad. Luchar por la soberanía en la gestión de nuestros recursos medioambientales que lleve a un modelo de desarrollo que atienda las necesidades fundamentales de las generaciones presentes y futuras.

Debemos estar conscientes que el mundo ha logrado avances sin precedentes, pero ningún país ha alcanzado la igualdad de género, aún tenemos causas históricas pendientes.

Si el pasado 8 de Marzo 2020, en el mundo y países de América Latina se replicó una de las marchas históricas de éste siglo, la voz del 2021 ha de cimbrar  enérgicamente  el mundo.

“Para que por nacer mujer no signifique desigualdades ” Iliana Zenith Garcia Dueñas.